

Pero no. En pleno vuelo y después de ver algunas escenas de “The Devil Wears Prada” caí en cuenta: “¡Voy a Nueva York! Tan de edificios altos, tan de gente apurada, tan de líneas de metro que parecen un laberinto. ¡y hablan inglés! Que yo lo hablo, pero vamos, seguro lo hablan más rápido y a mí siempre se me olvidan las palabras, que hace tiempo que no voy a ninguna clase de inglés ¿Y si no consigo el hotel? ¿Y si el taxista no me entiende? Voy a llegar de noche ¿Y si me lleva a otro sitio? En las películas, Nueva York es de callejones oscuros y yo voy a llegar sola, de noche, a un callejón oscuro y alto”. Nueva York me asustó sin verla, me intimidó de sólo imaginarla.
Tres horas después, aterrizamos. Eran cerca de las ocho de la noche y sobreviví a todo el proceso de entrada al país. Entendían mi inglés, buena señal. Y, sin darme cuenta, ya estaba parada frente a la correa que traería mi equipaje, con una confianza propia de quien ha ido a Nueva York varias veces y que sólo está ahí esperando, para luego irse a casa o a un hotel a buscar algo caliente que comer y sentarse frente al televisor a hacer zapping hasta quedarse dormido. Nueva York me estaba sonriendo, ya no era tan oscura.
Pero esperé mi maleta por dos horas hasta que entendí que no iba a llegar y hasta que agoté todas las respuestas del guardia de seguridad. Me fui a buscar taxi con un papel en la mano que me indicaba un número al que llamar para saber a qué hora del día siguiente llegaría mi equipaje, pero sin conocer a ciencia cierta si se había quedado en Miami o lo habían enviado a Atlanta. En todo caso, mi maleta no estaría conmigo para mi primera cita a las diez de la mañana del día siguiente y me iba a tocar enfrentar al fastuoso Fashion Week con mi blue jean desteñido, mis Converse y mi chaqueta para el frío.

Y así fue. El dinero que tenía era justo para resolver alguna emergencia o dos, pero no para comprar ropa en Nueva York; así que entré con desenfado a la pasarela de Ralph Lauren y mis Converse no desentonaron para nada con un suéter tejido de Bob Esponja que alguien lucía en primera fila. Yo le comencé a sonreír a Nueva York y todo comenzó a ser distinto.
Cada momento libre que tenía, lo utilizaba siempre en caminar calle arriba. Subía por una acera, bajaba por la otra. Hacía notas mentales de lo que veía y revisaba el mapa al llegar al hotel. Me hospedaron justo al lado de la 5ta Avenida, frente al Central Park, de ahí a que esos sean mis recuerdos más inmediatos porque sé bien por dónde caminé.
Mi equipaje llegó al hotel el mismo día que volvía a Caracas y desde esa vez, el único mal de aeropuerto que tengo es el esperar frente a la correa que mi maleta aparezca. Nueva York ya no me asusta, descubrí que está ahí para caminarla con jeans desteñidos y Converse y que volvería tiempo después para recorrerla justo así, con el desenfado propio de sus calles.

Yo soy de mazatlan me casé y termine en new york . La verdad que nueva york sí intimida , cuando llegué aqui estaba realmente entusiasmada de estar en la gran manzana pero para Mi tambien es una ciudad de locos pero que mejor que venir y volverse un poco loco vale la pena , desafortunadamente no he tenido la gran experiencia de la moda a excepción de un desfile de express en Times Square pero Espero tener la oportunidad y que pasó después con tú viaje?
Mi viaje terminó con un vuelo de vuelta que salió a tiempo, con mi maleta que llegó a destino y con las ganas de volver. Visité Nueva York justamente el año que le siguió, otra vez para el Fashion Week y me escapé en una hora libre porque me dio la loquera de que quería llegar al centro del puente de Brooklyn. Llegué y me devolví. Esa vez, maleta y vuelo llegaron bien 🙂 Para que veas los desfiles, está pendiente en febrero y septiembre por el Central Park. Saludos y mil gracias por pasar por aquí!
Ains… me siento un poco identificada, jajaja. La primera vez que volé a Nueva York fue en 2004 o 2005 creo y el mismo día que me volvía a Madrid hubo un terrible apagón y se colapsó la isla. Conseguimos salir no sé muy bien como y nuestro vuelo a Madrid iba completamente vacío. Cuando llegamos a Madrid no estaban las maletas, se habían quedado en NY!! La segunda vez que fui me hicieron overbooking, tuve exceso de equipaje, me fumigaron y llegué a Madrid 7h más tarde de lo que tenía previsto. Pero esto da para un post tipo «Desgracias en los aeropuertos», jajajaja. Desde entonces solo me perturban dos cosas cuando voy a coger un avión: que me hagan overbooking y el exceso de equipaje.
Un placer haber encontrado tu blog 😉
Esas son el tipo de cosas que nos pasan que jamás olvidamos! Jajaja Gracias por pasar por aquí!!
Sólo hay que dedicarle una sonrisa a lo que nos rodea para que deje de resultarnos amenazante e, incluso, para que todas las maletas lleguen a destino! 🙂
Muy buen relato la verdad me encanto la ciudad que nunca duerme! Je je saludos. 🙂
Hay que volver 🙂
hola! ire en octubre por priemra vez a nueva york, tengo algo de medio de no poder expresarme bine en ingles y sobre todo de perderme en el metro porque mi presupuesto no alcanza para taxis. alguna recomendacion?
Hola Laura! Por el inglés no te preocupes ni caigas en pánico, que siempre quedan buenos cuentos cuando uno se trata de comunicar por señas. El metro sí es un poco enredado y es normal que uno se pierda, pero créeme que siempre lograrás ubicarte luego. Importante que te hagas con un mapa de la ciudad, que te lo pueden dar en el mismo hotel y otro de las líneas del metro; así antes de salir a algún sitio revisas bien la ruta y trata de familiarizarte con los nombres para que se te haga más fácil. De todas maneras, revisa esta página que a mí me gusta muchísimo, es bastante práctica y está en español http://www.newyorkando.com/ Tranquila, que tendrás un buen viaje!!
Wao,me encanta, fui hace 1 mes y la verdad es que siempre habia sido mi sueño, ver todos esos edificios , parques, monumnetos, museos, gente caminando super rapido sin mirarte, el new york de las peliculas quede extasiada, en realidad ni me lo creía que iba a new york, caí en ello cuando la azafata dice Welcome to New York City mientras desendiamos… esas palabras me llenaron de felicidad de que al fin era mi sueño hecho realidad…
La foto que tomaste en el central parq me mato, tengo justo esa misma toma.. 🙂
Volvere, siempre es buena idea volver, siempre hay algo nuevo por descubrir, esta vez llevare a mi madre, es uno de sus sueños.
Qué bonito! Gracias por pasar por aquí!
Muy buena experiencia, es mi próximo viaje.Saludos.
Qué bueno, New York siempre deja con ganas de más. Que tengas buen viaje 🙂
Me encanto !! mi sueño es ir a NY y espero realmento cumplirlo.. Agradecería mucho si pudieras pasarte por mi blog y si me podrías dar algún consejo, sería de mucha ayuda.
Hola!! Claro que podrás ir a NY, no dejes de planearlo. Y con todo gusto me daré una vuelta por tu blog. Un abrazo.
Muy lindas tus fotos!!!
Gracias! Me alegra que te gusten 🙂