
Hace cinco ocho nueve diez once años yo tenía una vida ordenada. Me levantaba siempre a la misma hora, llegaba a tiempo a la oficina, almorzaba en hora y media, trabajaba hasta las tantas, volvía a mi casa en metro, me daba un baño, me dormía con el libro en las manos y volvía a despertar. Tenía dos o tres semanas libres al año para irme de vacaciones y, ocasionalmente, cumplía con ciertos viajes de trabajo.
Pero un domingo llovió más de la cuenta y el taxi en el que iba se atascó en el tráfico. No sé qué tendría la lluvia -o el taxi- pero en ese instante decidí que renunciaría a mi rutina, que desde ese momento solo iba a viajar, a escribir y vivir de eso. ¿Cómo? No lo sabía, pero la idea revoloteó por mi cabeza y el coraje me brotó desde adentro. Entonces, lo hice.
No voy a contar que firmé mi carta de renuncia a los dos días e hice el preaviso más largo de la historia: cuatro meses, pero sí que una vez alejada de la oficina, con ese síntoma de libertad en el estómago, emprendí mi primer viaje sola a la selva venezolana. Al principio y por novata, creía que tenía que viajar acompañada, porque todo apuntaba a que irse a la selva y sola era peligrosísimo, arriesgado, loco. Así que comencé a animar a mis amigos y después de varios no, entendí que cada quien va por ahí atado a sus querencias y rutinas y que era yo la que había decidido romper con mi cotidianeidad, no los demás. Me fui a la selva sola y sobreviví.
Tengo cinco ocho nueve diez once años viajando y escribiendo; ya no concibo mi vida de otra manera. No estoy loca, no soy millonaria, no me mantiene mi madre, no me creo ninguna heroína. Solamente entendí, como dice una viajera argentina que conozco, que trabajar es hacer lo que a uno le da placer y a mí me da mucho placer viajar, hacer fotos y escribir.
Viajo sola porque camino lento, porque voy a mi ritmo. Porque nada es más cierto que eso que dicen que en los viajes te encuentras a ti mismo y también que debes ir con los ojos bien abiertos para saber encontrarte con otros. Viajo sola porque es un reto cada vez, para acumular historias, para escribir en silencio, para sorprenderme, para aprender a reír y llorar, para que se me graben otras culturas. Porque ya no quiero tener una vida ordenada, ni horarios. Viajo sola porque puedo, porque el mundo está ahí para recorrerlo. Y eso es suficiente.
Excelente ejemplo.
Felicitaciones!! Valiente y decidida!!
Muy bonita historia!
Qué palabras tan bonitas. Yo sí creo que fuiste una heroína al decidir cortar con todo lo que te daba seguridad y arriesgarte a esa aventura. Pero las aventuras son las que luego nos aportan todos esos momentos de felicidad, ¿verdad? Sigue viajando y sigue escribiendo sobre ello, ¡por favor! ¡Saludos!
Gracias, María! por pasar por aquí. Siento que a veces vamos por ahí sin hacernos caso, sin escucharnos. Y entonces, cuando decides hacerlo todo parece un acto heroico y realmente lo único que pasó fue que decidiste hacer caso a ti mismo, ser fiel a lo que crees. «Hacerle caso a la brisa», como dice una canción por ahí. Un abrazo.
Tienes toda la razón del mundo. Y lo importante es que, tarde o temprano, aprendamos a escucharnos y tomemos esas decisiones 😉
Que valentía tomar la decisión, y que bueno que ya hayan pasado 5 años de ese momento! Saludos!
¡He (sobre)vivido! Muchas gracias por pasar por aquí 🙂
Es grato viajar solo. me vino el recuerdo (agenda HOLA 1986) : –Lo unico que podemos hacer solo es morirnos–,
Ay, caramba!
Pues me encanta lo que haces! Ojalá pudiera, pero por conseguir lo que quiero, empiezo por irme un año a Londres, en 2semanas me tienen ahí!!!
Si lo tienes en mente, nada impedirá que pase. El coraje es del tamaño de los sueños. Un abrazo y éxito!
Comparto esa idea contigo , hice mi primer viaje a san vicente y las granadinas . desde ahi mis ganas de conocer otras culturas , viajar son inmensas . ya he ido a Curazao , aruba y republica dominicana . ahora me despertaste las ganas de conocer bonaire 😍. Saludos
Qué bueno, Juan!! Un abrazo y gracias por pasar por aquí!
Enhorabuena por tu valentía. Hiciste lo que muchos soñamos. Gracias por tu ejemplo!
Te acabo de descubrir y de verdad me he quedado acá pegadsima leyéndote*-*
me gustan tus publicaciones, en hora buena!!
soy estudiante de turismo y la verdad es que soy una fanática de los viajes, sobre todo por las montañas, me gustaría algún día viajar y explorar a mi bella Venezuela (cosa que no esta tan lejos) y poder escribir todos esos relatos, que de alguna u otra manera nos llenan el alma todas esa buenas experiencias que se hacen inexplicables muchas veces. Estaré al tanto de tus publicaciones por el facebook, Saludos!!
Qué bueno Juliette! Gracias por seguir mi trabajo y que sobre todo, te guste! Venezuela tiene muchas pero muchas cosas que contar y necesita que cada vez seamos más. Un abrazo!
Hola Adriana, te felicito por tu valentia y decision de dejarlo todo y viajar por el mundo…….no tiene precio. Acabo de descubrir tu blog por casualidad, por el relato de Nepal, estuve alli en el 2014. Soy blogera, no porque tenga un blog, sino porque los consulto a menudo para planificar mis viajes, me encanta leer sobre aventuras viajeras. Tambien tengo las mias……Al igual que tu, viajo mucho y sola (aunque siempre digo con Dios y la Virgen) y tambien al igual que tu, tengo un hijo que vive en Australia (Sydney),…Bueno, Adriana, seguire leyendote y quizas algun dia nos crucemos en estos bellos caminos del mundo y compartamos experiencias!!!! Un saludo afectuoso…..
Hola Noelia!! Qué bueno que también viajes y te guste lo que viste aquí en el blog, pero te cuento algo para que no te vayas a confundir cuando sigas leyendo 🙂 Yo soy Adriana Herrera, la autora del blog y Adriana Sánchez, la otra viajera que estuvo en Nepal y que escribió el relato que leíste. Ella no tiene blog y por eso se animó a escribir desde el mío. Y bueno, mi trabajo lo puedes ver en el blog. Un abrazo y gracias por pasar por aquí!
¡Gracias Adriana, muy inspirador tu testimonio! Yo estudié turismo y soy periodista.Quiero trabajar en lo que me gusta que es viajar, escribir y conocer otras culturas.
¡Saludos!
me encanta, esas palabras son un aliciente mas, viajar es el placer mas maravilloso de la vida.
Lo es 🧡
¡Gracias por pasar por aquí!