Los fines de semana son ideales para visitar el parque El Capricho, en Madrid: unos jardines históricos que no suelen ser tan conocidos en la ciudad, pero sí muy apreciados por quienes -al fin- van a caminar en medio de su encanto. Eso sí, sepan que no es una visita común; no está diseñado para ir a tumbarse a tomar el sol, hacer ejercicios o jugar un rato, sino para entender su historia y apreciar cada una de sus construcciones. Ya les cuento por qué.
El parque El Capricho está alejado del centro de Madrid. Solo abre fines de semana y días festivos, porque el resto de la semana es dedicado al mantenimiento y cuidado del paisajismo. Es uno de los spots más buscados para hacer fotografías de bodas, compromisos, comuniones, quince años, etc y como la entrada es gratuita, es común ver entrar grupos de gente ataviadas en trajes muy bien cuidados para posar entre los jardines. Pero más allá de eso, no puedes entrar con comida, ni mantas, ni animales, ni pelotas, ni bicicletas, ni nada que pueda dañar parte de los jardines. Es una regla estricta y en la entrada se encargan de que sea cumplida. Todo esto para preservar su importancia histórica y la intención de, algún día, convertirlo en museo.
A finales del siglo XVIII, los duques de Osuna -un ducado que ya no existe- decidieron construir su residencia de descanso a las afueras de Madrid. Estas 14 hectáreas de jardines fueron creadas a capricho de María Josefa de la Soledad Alfonso-Pimentel y Téllez-Girón; es decir, la duquesa de Osuna, que bien quería un jardín francés por un lado, uno inglés y uno italiano, por otro; o que cada construcción contara una historia que le gustara para sorprender a sus invitados. Su palacio y la belleza de los espacios se convirtieron en un punto clave para la sociedad española del momento y la duquesa se paseaba alardeando sus peticiones que, a veces, eran muy descabelladas (pero divertidas) como la de contratar a un actor que se hiciera pasar por ermitaño y viviera en un área del parque para que en las noches saliera a asustar a sus invitados, en medio de los árboles y darle un toque distinto al paseo.
Puedes ir por tu cuenta, pero nada mejor que conocer la historia. Te recomiendo muchísimo este free tour por el Parque El Capricho, porque fue el que yo hice para enterarme de sus maravillas.








El pintor Francisco de Goya, amigo de la duquesa, vivió un tiempo en una casita instalada en los jardines del parque El Capricho. Cuando comenzaron las remodelaciones del parque para mantenerlo abierto al público, se propuso convertir esa casa en una taberna, pero ganó el afán de conservar la historia y hoy se le puede ver con detalle. Dicen que esa etapa fue muy importante para Goya que consiguió en tanto verde y silencio mucha inspiración para sus creaciones. Tanto, que le dio por pintar las paredes de la casa y como eso no le gustó mucho al duque de Osuna, lo botó del palacio. Hoy, todas esas obras -y más- están expuestas en el Museo del Prado.
¿Otras curiosidades del parque El Capricho? Pues, en varias partes de los jardines la duquesa de Osuna quiso rendir homenaje a Baco, el dios del vino, porque decía que sus intereses y los de él se parecían mucho: tomar vino. Hay una estructura pequeña, casi escondida y con aspecto de ruina que fue construida así, a propósito, porque la duquesa quería dar la impresión de que, en algún momento, fueron bombardeados pero sobrevivieron. De data más reciente y esto no tiene nada que ver con los duques de Osuna, se construyó un bunker durante la Guerra Civil y al que hoy es posible ir con estricta visita guiada, algunas fechas al año otorgadas por el Ayuntamiento de Madrid. Yo me anoté a principios de marzo para aspirar visitarlo en agosto y estoy en lista de espera. Es para que se den una idea de los tiempos.
El Parque El Capricho me parece uno de los jardines más hermosos que he visto en Madrid; mucho más después de conocer su historia. Vale la pena ir con calma para entenderla y disfrutarla.
Si quieres visitar el parque El Capricho, de Madrid, recuerda que:
- La entrada es gratuita y solo abre fines de semana y días festivos y el horario es de 9 a 21 hrs.
- No puedes llevar animales, comida, mantas, bicicletas o hacer deporte.
- Puedes reservar este free tour de dos horas de recorrido para conocer su historia.
- Está ubicado en Alameda de Osuna. Si vas en transporte público, la línea 5 del metro te lleva hasta la estación El Capricho y desde allí son 10 minutos caminando hasta la entrada del parque. Hay señalización y el sendero suele ser un poco solitario, pero es el que hay.
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Interesante relato y la existencia de este Parque a quienes no vivimos en Madrid.
Para tomar en cuenta
Gracias por la informacion
Es muy bonito. Ponlo en lista cuando estés en Madrid 💜