Llegué a Lisboa muy temprano el miércoles, luego de un par de autobuses, una escala en Badajoz y un café a medianoche para hacer más corta la espera. Todo estaba oscuro, era aún de madrugada, y no encontré la entrada correcta del metro. Creo que el cansancio y el peso de las maletas me hicieronSigue leyendo «Carta desde Lisboa»