¿Qué esperas del Caribe? La brisa, sus azules, un agua de coco fresca, palmeras, casas de colores, gente que sonríe, gente que cuenta historias. Lo esperas, lo buscas y el Caribe da eso y más, porque es así: desenfadado, generoso, cálido. Lo conviertes en delirio y es ahí cuando también se vuelve anhelo constante. CadaSigue leyendo «La Ciénaga, ese pedacito de Caribe»