Cuando llegué a Edimburgo me perdí, aunque tenía el mapa en la mano. No entendí los callejones, subí por donde no era y desemboqué en una plaza que me hizo detener para leer las frases escritas en el suelo. Seguí el camino de las letras, pensamientos de varios escritores, hice algunas fotos y seguí, sinSigue leyendo «El museo de los escritores, en Edimburgo»