El sol que despierta a Yapascua

Aunque intuían que no habría un espectáculo de luz, los viajeros decidieron subir durante cinco minutos un tramo del cerro para sentarse en las rocas a esperar el amanecer. Eran poco menos de las cinco de la mañana y la ensenada de Yapascua era toda nubes, humedad, calor acumulado. Habían dejado todo en las carpas ySigue leyendo «El sol que despierta a Yapascua»

Bonaire: mi primer viaje

[Rescato ésta crónica, de hace algunos años ya, porque se puede contar a destiempo] Llegué a Bonaire después de un vuelo traumático en el que pensé que iba a morir. La avioneta, tan pequeña como indefensa, iba de un lado a otro entre los truenos, los rayos y la lluvia que nunca dejó de caer.Sigue leyendo «Bonaire: mi primer viaje»